Hay viajes en que todo sale mal, absolutamente todo. El grandísimo Steve Martin y el fallecido John Candy protagonizaron en 1987 la comedia clásica “Mejor solo que mal acompañado”. Neal Page (Martin) es un ejecutivo de Marketing que tiene que llegar a como dé lugar a su casa en Chicago para pasar el Día de Acción de Gracias con su familia. Todo se convierte en una pesadilla cuando el destino junta a Neal con el insoportable Del Griffith (Candy) un vendedor de cortinas de baño. A lo largo de su viaje, se encuentran con numerosos obstáculos y contratiempos, desde vuelos cancelados hasta trenes averiados, automóviles que se incendian y reservas de hoteles perdidas. Tomemos en cuenta que la cinta es de finales de los 80s. Los hoteles en temporada alta se saturaban; al ser de las pocas opciones de hospedaje sus políticas de cancelación eran estrictas y en algunos casos, absurdas.
Pero, todo cambió…
Era octubre de 2007 cuando Brian Chesky y Joe Gebbia, dos graduados sin trabajo de Rhode Island School of Design que vivían en San Francisco y necesitaban dinero para pagar la renta, tuvieron la idea de rentar colchones inflables en su departamento durante un congreso que saturaría el hospedaje en la ciudad. Como valor agregado, ofrecieron desayuno a sus huéspedes. Se generó la combinación perfecta, los recién graduados necesitaban el dinero y los visitantes un lugar para asistir al congreso. En el año 2008 se les unió al proyecto Nathan Blecharczyk en la parte del desarrollo tecnológico y fundaron Air Bed & Breakfast, que a la postre cambiaría su nombre a Airbnb.
En un inicio la empresa se enfocó en ciudades en donde se realizaban congresos y conferencias, por lo tanto se llenaban los hoteles. La empresa mutó a una página web en donde reservar una habitación disponible en la casa de alguien sería igual de sencillo que reservar en una habitación en un hotel. Nathan Blecharczyk tuvo que crear un sistema de pago para que se pudieran realizar las transacciones sin que el cliente saliera del sitio.
La empresa enfrentó dificultades para atraer usuarios y obtener financiamiento. Los emprendedores tuvieron que llevar su creatividad al máximo para recaudar fondos, incluso vendieron cajas de cereal temáticas como un esfuerzo de Marketing y Brand Awareness. Posteriormente la Startup ingresó a Y Combinator, una de las aceleradoras de negocios con mayor prestigio en Silicon Valley: fábrica de startups, Universidad y firma de capital de riesgo, todo en uno.
En Y Combinator aprendieron la importancia de realizar trabajo en campo. Lo que más los enriqueció fue hablar con sus clientes, quedarse en las habitaciones disponibles y observarlos cuando navegaban en la página. En esta etapa hubo dos puntos de quiebre: qué precio ponerle a las propiedades y las fotografías de los hospedajes como una gran área de oportunidad. Airbnb llamó la atención de inversionistas como Sequoia Capital que inyectó capital, gracias a esto la startup aceleró su crecimiento de manera exponencial. La plataforma evolucionó para ofrecer una gama amplia de alojamientos, desde habitaciones compartidas hasta casas enteras y propiedades increíbles como castillos y casas en árboles.
No todo ha sido miel sobre hojuelas. Airbnb no sólo ha transformado la industria de la hospitalidad, también ha enfrentado críticas y desafíos legales relacionados con la regulación del alquiler a corto plazo, el impacto en los precios de la vivienda y la gentrificación de colonias en todo el mundo. En ciudades como Nueva York, Chicago, Barcelona o París los temas legales son un cuento de nunca acabar. Sin embargo, el equipo legal de la compañía ha logrado salir adelante.
Airbnb siempre ha sido una empresa innovadora, lanzando nuevos servicios como “Experiencias Airbnb”, que permite a los usuarios reservar actividades organizadas por locales. También existe un gran esfuerzo para que los clientes usen la plataforma en sus ciudades de origen. De esta manera no sólo se trata de una nueva forma de viajar, sino también de una nueva forma de vivir.
Chesky investigó el éxito de empresas innovadoras de impacto global y llegó a dos conclusiones fundamentales: la supervivencia de una compañía tecnológica depende de su disposición a expandirse a otras categorías y el CEO debe tener la apertura para darle prioridad a las nuevas líneas de negocio sobre el negocio existente.
En diciembre de 2020, Airbnb se hizo pública, consolidando su posición como líder en la industria de la Economía Colaborativa.
Si quieres saber más de Airbnb, VASPEC te recomienda leer “La historia de Airbnb”, libro escrito por Leigh Gallagher y publicado por Editorial Conecta.
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